miércoles, 30 de abril de 2008

Concepcionistas Misioneras

Concepcionistas Misioneras

Fuente: www.concepcionistas.com
Autor: n/a

Carisma de la Familia Concepcionista


Un Carisma para una Familia

Dios otorgó a la Iglesia un nuevo “carisma”, una “gracia”, cuando inspiró a Carmen Sallés una manera concreta de vivir el seguimiento de Cristo propio de todos los bautizados.

- A partir de 1892, se inicia el camino de la Familia Concepcionista en la Iglesia, haciéndose presente en ella mediante una Congregación Religiosa. Es el principio. Pero las Religiosas se saben depositarias de una gracia carismática en continuo desarrollo. Leen en sus Constituciones: “Buscaremos en continuo discernimiento la respuesta válida a cada momento histórico”.

- En nuestro momento histórico-eclesial, especialmente a partir del Concilio Vaticano II, se va desarrollando el carisma en dirección al laicado. Porque una comunidad de fe admite diferentes niveles de participación y vivencia de esa fe. Así lo reconocía el XIII Capítulo General:

“El carisma concepcionista es un don que Dios nos ha dado para enriquecer a su Iglesia... no se nos ha dado en exclusiva, sino que debe ser compartido como don eclesial, generando una afinidad espiritual...”

Desde esa afinidad surgen dos maneras de vivirlo: desde una espiritualidad consagrada o desde una espiritualidad laical, unidas por la misma perspectiva de fe y de gracia.


Espiritualidad Consagrada

Para la joven que ingresa en la Congregación de Religiosas Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza, lo mismo que para la mujer adulta que lleva años haciendo camino, la síntesis de su compromiso público ante la Iglesia, lo resumen así las Constituciones:

- “... Seguir a Jesucristo lo más perfectamente posible, imitando el género de vida que Él llevó...”

- “... Responder a Dios según las exigencias del Evangelio, en comunión fraterna, en castidad, pobreza y obediencia, imitando su tarea de Maestro que anuncia el Reino a las multitudes y acoge a los niños...”

- “... Desde su Concepción Inmaculada, María es imagen perfecta de lo que la Congregación entera y cada una de las religiosas deseamos ser. Ella es prototipo y modelo de nuestra fecundidad espiritual que, por la suya, se hace más amplia y universal”


Espiritualidad Laical

Para el laico concepcionista, Hombre o Mujer que descubre a Dios en su historia cotidiana, esta espiritualidad supone hacer suyas, en su realidad concreta, las palabras de Juan Pablo II: “... los laicos ofrecerán a las familias religiosas la rica aportación de su secularidad”.

Partiendo de su identidad seglar, desde las condiciones de su vocación cristiana, y contando con los compromisos derivados de la propia situación familiar y/o profesional, colabora en el proceso de asociación iniciado a partir del último Capítulo General Concepcioncita:

“Estudiar los caminos y estimular la implantación de un Movimiento Seglar Concepcionista, para aquellos que quieran compartir nuestro carisma y nuestra espiritualidad”.

Asociándose, encuentra apoyos para su maduración como cristiano que se va llenando de Dios, al mirar a María Inmaculada, llena de gracia. Y asimila y adapta a su estilo personal el de Carmen Sallés, que la Iglesia nos propone como modelo.

También ofrece su apoyo a otros, realizando la misión derivada del carisma concepcionista: la educación, en sus múltiples formas: en la enseñanza, en la familia, entre los amigos o en el trabajo.


Historia de la Congregación


Fundación de la Congregación

El 15 de octubre de 1892, apoyadas por el Arzobispo de Burgos don Manuel Gómez Salazar, Carmen y tres compañeras: Emilia Horta, Candelaria Boleda y Remedios
Pujals , estrenaban su proyecto de vida.

El 7 de diciembre nacía la Congregación de Concepcionistas de Santo Domingo.

El 16 de abril de 1893, aprobadas las Constituciones por el Sr. Arzobispo, emitían la profesión religiosa.


Iniciaban un camino que el tiempo demostraría atrayente para ser recorrido por caminantes diversos, en circunstancias diversas.

De 1892 a 1911, M. Carmen estableció trece casas en España, e inició los pasos previos para llevar su obra a Italia y el Brasil

Falleció el 25 de julio de 1911 dejando un encargo a sus sucesoras: “Id vosotras...”

S.S. Juan Pablo II la beatificó el 15 de marzo de 1998.

Sus restos son venerados en el Oratorio a ella dedicado en Madrid, c. Princesa 19 y 21.


Desarrollo

Colaboradoras directas de M.Carmen Sallés, las dos primeras Superioras Generales hicieron posible una progresiva continuidad congregacional:



M. Providencia Esquíroz e Íñigo (1911 - 1919)
Alumna de M. Carmen desde los diez años, fue elegida sucesora suya con 30 años de edad, en el I Capítulo General.
En 1912 inició las fundaciones de Italia (que no prosperó) y del Brasil, donde dejó abiertas tres casas.
En 1917 promovió la celebración de las Bodas de Plata del Instituto.


M. Lourdes Alonso Martínez ( 1919 - 1932)
Fue una de las primeras religiosas. Colaboró desde muy joven con la Madre Fundadora en tareas de Gobierno.
Trabajó con especial empeño en la aprobación del Instituto y de sus Constituciones, a cuyo fin viajó a Roma en 1925. Visitó dos veces las casas del Brasil, de donde regresó ya muy enferma a España en 1931, al proclamarse la II Repúbica. Falleció pocos meses después.


Profundas transformaciones sociales y eclesiales marcan las dos siguientes etapas en el gobierno del Instituto:


M. Piedad Espinal e Íñigo (1933 - 1958)
Tuvo que afrontar dos guerras: la civil española (1936 -1939) y la 2ª mundial (1939 - 1945) en que el Brasil participó como país beligerante. En medio de las dificultades de la posguerra española, alentó la celebración de las Bodas de Oro y se ocupó en dos procesos, pese a sendos extravíos de documentos: la Beatificación de M. Carmen y la aprobación definitiva de las Constituciones y del Instituto, alcanzada el Año Mariano de 1954.
Llevó la Congregación al Japón y a Venezuela. En 1958, al ser una vez más reelegida para el cargo de Superiora General, presentó su renuncia al Capítulo, por entender que no estaba en la mente de la Iglesia un gobierno tan prolongado.


M. Regina Arias Pedroarena ( 1958 - 1970)
Su ardiente vocación de educadora y su visión de futuro la llevaron a impulsar la introducción del bachillerato en los colegios de España, en 1925. Y, posteriormente, las residencias para jóvenes universitarias.
Llevó la presencia concepcionista a Estados Unidos e hizo realidad el deseo de M. Carmen de tener una casa en Roma.
La firmeza y fortaleza de su caracter, fue clave en la congregación al coincidir su etapa de gobierno con la preparación y desarrollo del Concilio Vaticano II y con los primeros pasos en su aplicación.


En la etapa posterior al Concilio Vaticano II, la Congregación profundiza en sus raíces carismáticas y renueva su impulso misionero:


M. Catalina Ruiz de Elvira y Mira (1970 - 1976)
Abordó el difícil periodo del aggiornamento postconciliar con un talante de cordialidad, apertura y comprensión. Mantuvo y alentó una actitud positiva ante el descenso de vocaciones y el inicio de una etapa de mayores dificultades en la enseñanza. En ambas situaciones promovió actitudes de fe y respuestas de eficacia, mediante una mayor especialización para la enseñanza y la pastoral.
Inició la presencia concepcionista en África: República del Congo; y en algunos países de América: Perú (que no prosperó) y República Dominicana.


M. Natividad Osúa Díez (1976 -1982)
En la misma línea de serena fidelidad a las orientaciones de la Iglesia, convocó en la Congregación un año de acción de gracias, al cumplirse los 25 de la aprobación definitiva del Instituto y las Constituciones; y alentó los trabajos de su revisión y adaptación a las orientaciones del Concilio.
Mantuvo la apertura misionera hacia el continente africano, iniciando la misión de Guinea Ecuatorial. Sus numerosos viajes dan fe del empeño por mantener la atención personal en el trato con las religiosas.


M. Carmen Bernal Ramírez (1982 -1988)
El amor a la Congregación y a su Fundadora, la llevaron a promover los estudios sobre M. Carmen Sallés y a impulsar la segunda etapa de su Proceso de Beatificación. En su generalato culminó la revisión de nuestra legislación, con la aprobación pontificia del Directorio.
Llevó la presencia concepcionista a Corea del Sur y a Filipinas. Ella misma se hizo portadora de esa presencia, mediante la frecuente información sobre sus encuentros con las hermanas de diferentes países.


M. María Mateu Viñas (1988 - 2000)
Dos efemérides marcan los dos sexenios a que se extendió su generalato. En 1992, la celebración del I Centenario de la Congregación y la Beatificación de M. Carmen Sallés por el Papa Juan Pablo II el 15 de marzo de 1998.
Llevó la Congregación a México. Y gracias a su extraordinaria capacidad de trabajo y reflexión, enriqueció nuestro Patrimonio Espiritual con un elenco de cartas circulares de gran valor teológico y espiritual.


M. María Luz Martínez Andrés (2000 - ... )
Elegida en el último Capítulo General, en el corto espacio de tiempo transcurrido desde el inicio de su mandato, ha impulsado el desarrollo del Movimiento Laico Concepcionista y la Misión Compartida.
No sólo ha visitado ya todos los países en que existe alguna comunidad concepcionista, sino que los ha elevado a trece con la fundación en Camerún.


Beata Carmen Sallés y Barangueras


La persona

Todo empezó en Vic (Barcelona, España), en 1848.

El 9 de abril nació a la vida. El 11 nació a la gracia.

Con un nombre: Carmen Sallés. Y con un estilo que uno de sus hermanos resumía en aquel aire suyo de andarse en la presencia de Dios.

En el día a día, fue colegiala en la Compañía de María. Y se preparó, alegre y consciente, para el matrimonio. Pero con una duda inquietante: ¿era eso, lo que Dios quería de ella?.

Unos Ejercicios Espirituales y un discernimiento valiente, le hicieron ver que no. Dios la invitaba a consagrarse a Él, en la vida religiosa.

Nuevos interrogantes: ¿Dónde? ¿Cómo?


Consagrada

En 1869,en condiciones sociales y políticas adversas, emprendió una nueva etapa de progresivo discernimiento de la voluntad de Dios.

Entre las Adoratrices conoció a jóvenes de su edad, que no habían tenido una familia ni una educación como la suya. Jóvenes sometidas a la explotación y el vicio.

Y escuchó, de nuevo, la voz del Espíritu: "Para alcanzar buenos fines, son menester buenos principios"... De la regeneración de jóvenes extraviadas, pasó a la educación preventiva.

Siguió su búsqueda entre las Dominicas. Se abrió a la educación. Y descubrió que los horizontes de la educación femenina en la sociedad del momento eran muy limitados.

El Espíritu le sugería nuevos horizontes para la mujer de tiempos nuevos...


Fundadora

A partir de 1892, Carmen, con tres compañeras, emprendió la fundación de una Congregación Religiosa en la Iglesia.

Su misión: Ofrecer a la mujer una educación en que se armonizasen la piedad y las letras, la virtud y la ciencia...

Hija de María Inmaculada, expresó visiblemente su deseo de imitarla, en el hábito blanco y azul que habían de vestir quienes la siguieran.

Hija de la Iglesia, en ella y con ella, bajo su orientación y con su aprobación, inició un camino en el seguimiento de Cristo.



En Misión


Expresada sin fronteras, con diversas formas de presencia en la sociedad y en la Iglesia, en 13 países de 4 continentes.

En actividades escolares y educativas, en proyectos de voluntariado, en la formación para la misión...


Conoce las actividades de las Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza:


Centros escolares

Residencias

Lares y Multihogares

Talleres

Colaboración parroquial

Centros de Formación

Voluntariado


Centros de Formación

El fin primordial de la formación es:

Descubrir y acoger la vocación personal. Responder “SI” a la voluntad de Dios.

Prepararse para ser una persona consagrada a Dios en la vida religiosa, testigo de Cristo pobre, casto y obediente.

Asimilar y profundizar la identidad religiosa concepcionista, porque Dios llama a un Instituto concreto, con un carisma particular. La formación en el carisma desarrolla, de forma global y progresiva, los distintos aspectos de la espiritualidad concepcionista.


Voluntariado Concepcionista Misionero


El voluntariado concepcionista se ofrece a jóvenes y adultos como una opción personal desinteresada a través de compromisos temporales de servicio, desde la perspectiva humana y cristiana.

Las opciones son múltiples, con diverso grado de compromiso en el tiempo de dedicación y en el modo de desarrollarlas:

• Dedicación de alguna hora semanal a lo largo del curso escolar como:

- Monitores de grupos cristianos o de catequesis.
- Colaboradores para realizar refuerzos educativos.
- Asistentes que animan y escuchan a ancianos o enfermos.
- Ropero.
- "Voluntariado de la esperanza".
- Colaboración con proyectos misioneros o de ayuda humanitaria.
- Promoción social de barrios marginados.

• Implicación de varios días en:

- Pascuas rurales.
- Asistencia a centros de disminuidos físicos.
- Animación de tiempo libre en campamentos.
- Experiencias misioneras durante un mes en lugares de necesidad, compartiendo su vida y su fe con hombres y mujeres, jóvenes y niños, de culturas diferentes.


• Si sientes la urgencia misionera de participar en el voluntariado misionero en periodos de varios meses conecta con M. Fermina Maté: rcmvicariag@planalfa.es; Teléfono 915 401 462.

Y para que conozcas un poquito de estas experiencias, algunos participantes en ellas te ofrecen con mucha ilusión su powerpoint.

Evinayong (Guinea Ecuatorial) - Proyecto Misionero en Guinea Ecuatorial (Verano 2002)

Morichalito (Venezuela) - “Una experiencia inolvidable” (Verano 2002)

Consuelo (República Dominicana) - Experiencia misionera (Verano 2002)

Los tres te van a gustar, pero por mucho que te gusten, ellos dicen que, lo maravilloso es estar con las personas en su ambiente, aprender de ellos ¡tantas cosas!. Habla con quienes han realizado el voluntariado y sabrás cosas de primera mano.


Si estás interesado en participar en alguna actividad del voluntariado Concepcionista infórmate a través de un centro Concepcionista de tu localidad o nación.

Para el voluntariado misionero comunícate con: rcmvicariag@planalfa.es

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